Agrega tus labios a los míos
en un lento y significativo beso
que alimente nuestras pasiones
hasta el final de la velada.
Descansar mis brazos en tus hombros
y rodear delicadamente tu cuello con ellos
como rodean las montañas a los lagos
es uno de mis más grandes anhelos.
Sonrisas cómplices
movimientos casi imperceptibles
y el sonido de nuestra respiración
enmarcan el cuadro
de tan idílico encuentro.
Al emerger el sol
separamos nuestros cuerpos,
nos proponemos despedirnos
esperando volver a encontrarnos
la próxima vez que la noche
nos vuelva a invitar
a bailar bajo su resguardo.